Cuando enfrentas un reto o fracaso es difícil no ser negativo. Estos ejercicios entrenarán a tu cerebro a ser más optimista.
Por Nadia Goodman
Como emprendedor, aceptar los retos
y los fracasos es esencial para el éxito de tu negocio. Y puedes aprender a
cultivar esta actitud si entrenas a tu cerebro para mantenerse positivo, aun
cuando los tiempos son difíciles.
“La gente tiende a
tener una base cognitiva hacia sus fracasos y hacia lo negativo”, afirma
Matthew Della Porta, psicólogo y consultor empresarial. Nuestros cerebros suelen
buscar la información negativa y a almacenarla más rápido en la memoria.
Esta base no
siempre es mala. Reconocer los problemas y afrontar los fracasos nos puede
dirigir hacia mejores soluciones. Sin embargo, constantemente vamos más allá y
estos fracasos acaban abrumándonos o afectando nuestra actitud, autoestima y
desempeño.
Al incrementar
conscientemente nuestro enfoque en lo positivo, empezamos a equilibrarnos.
Podemos encontrar el punto medio feliz donde seamos capaces de enfrentarnos a
los retos y fracasos sin dejar que éstos nos depriman, manteniéndonos motivados
y productivos.
Estos tres
ejercicios te ayudarán a entrenar a tu cerebro a que se mantenga positivo:
1. Expresa
agradecimiento
Los eventos
negativos suelen permanecer mucho tiempo en nuestros cerebros a menos de que
los balanceemos conscientemente. “Cuando te enfrentas a retos, es importante
destacar aquello que sí está bien”, dice Della Porta. Pensar en las cosas
buenas de tu vida puede ayudarte a balancear tu pensamiento, dándole a tu
cerebro tiempo extra para registrar y recordar situaciones positivas.
Para ayudarle a tu
cerebro a almacenar estos recuerdos felices, haz una reflexión diaria o semanal de aquello por lo que estás agradecido.
Escribe las bendiciones que tienes, ya sea tu familia, tus amigos o trabajar en
aquello que te gusta. Es preferible que lo hagas todos los días y lo conviertas
en un hábito.
2. Repite
afirmaciones positivas
Como lo sabe
cualquier político o publicista, cuanto más escuches un mensaje, más probable
es que te lo creas. Lo mismo ocurre con los mensajes sobre quién eres y de lo
que eres capaz de hacer. Al repetir estas afirmaciones positivas con convicción
muchas veces en la mañana, entrenas a tu cerebro a que se las crea. “Con el
tiempo conseguirás interiorizarlas”, afirma Della Porta.
Elige dos o tres
afirmaciones que representen tus valores y metas como “Me estoy volviendo mejor
cada día”. La repetición influirá la forma en la que interpretas los eventos
negativos. “Especialmente si eres de la clase de personas que se predispone a
lo negativo, este ejercicio es
extremadamente efectivo”, señala el experto.
3. Reta a los
pensamientos negativos
Cada vez que se nos
ocurre un pensamiento negativo, nosotros elegimos cómo responderemos a él.
Nuestros cerebros tienden a pensar en los eventos negativos de tal forma que
parecen mucho más grandes y significativos que lo que realmente son. Para
combatir eso, empieza a imaginar el pensamiento como algo ajeno a ti, como algo
que puedas observar y destruir.